Se trata de una patología de difícil diagnóstico por sus síntomas confusos, ya que son comunes con los de otras dolencias menos graves, como colon irritable, dolor premenstrual o menopáusico y la gastritis. El chequeo ginecológico completo anual es la mejor prevención.
Cada 8 de mayo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Ovario para fomentar una cultura preventiva.
“Es uno de los cánceres más comunes entre mujeres, pero continúa siendo difícilmente detectable en una etapa temprana. Por eso es muy importante hacerse una evaluación ginecológica completa anualmente. Para nada se debe posponer este chequeo, porque hay que adelantarse a cualquier riesgo lo más pronto posible”.
Esta es la principal recomendación de la Dra. Luddy López, Ginecóloga perteneciente al equipo médico de Funcamama, a propósito de conmemorarse este 8 de mayo el Día Mundial del Cáncer de Ovario, efeméride establecida por organizaciones de pacientes con el propósito de concientizar sobre esta patología, cuya tasa de supervivencia es la más baja por su difícil diagnóstico.
“Es oportuno insistir en la importancia de fomentar una cultura preventiva frente al cáncer de ovario, uno de los que produce mayor mortalidad femenina, representando la cuarta causa de muerte oncológica en la mujeres venezolanas mayores de 40 años”, indica la Dra. López.
En este sentido, la especialista destaca que la prevención implica conseguir una mejor detección, lo cual no es nada fácil, porque una de las razones son los síntomas confusos, que lo convierten en un enemigo silencioso. Los indicios más comunes son: hinchazón abdominal, sensación de saciedad al comer, pérdida o aumento de peso significativa, malestar en el área pélvica, cambios en los hábitos intestinales (como comenzar a sufrir estreñimiento o padecer diarreas), necesidad frecuente de orinar.
“El problema –detalla la Dra. López- es que estos síntomas son comunes con los de otras dolencias menos graves, como el síndrome de colon irritable, el dolor premenstrual o el menopáusico o la gastritis. La consecuencia es que las mujeres no le dan importancia, los médicos de atención primaria no asocian a la primera estos síntomas con el cáncer y la afección sigue desarrollándose hasta una fase avanzada”.
Curiosamente, al contrario de lo que ocurre con otros cánceres como el del cuello uterino, para el que existen pruebas de detección e incluso vacunas, o el de mamas para el que hay eco mamario y mamografía, en el caso del cáncer de ovario la ciencia médica no ha avanzado tanto.
“Por ahora, la recomendación general para prevenir esta patología es que las mujeres se mantengan atentas en caso de presentar de forma persistente alguno de los síntomas antes nombrados y, sobre todo, hacerse una vez al año su chequeo ginecológico completo, realizándose todos los exámenes posibles. También estar atentas a factores de riesgo como un historial familiar donde se haya presentado casos de cáncer de ovario o de mama”, concluye la Dra. Luddy López.
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