El chequeo médico anual con el mastólogo debe ser prioridad y rutina para toda mujer, ya que el diagnóstico precoz es la mejor herramienta para superar el cáncer de mama. Así que no hay que descuidarse y posponer esta cita con la salud y la vida.
Los venezolanos no estamos acostumbrados al hábito preventivo en salud. Persiste una mala costumbre según la cual es “mejor no ir al médico para evitar que me diga algo malo” o se acude a consulta cuando el malestar es insoportable. ”Cuando debe ser todo lo contrario, hay que tener miedo es a creer que uno está sano y no es así, porque mientras más temprano se detecta una enfermedad más posibilidades hay de controlarla y superarla. Por eso, sobre todo en cáncer de mama, el diagnóstico precoz es muy importante”, así lo advierte el Dr. Jesús Arias, cirujano mastólogo, miembro del equipo médico de Funcamama, quien recomienda no descuidarse ni posponer el chequeo médico no solo ante cualquier síntoma irregular sino que, incluso, estando sano es conveniente un control preventivo.
Por razones obvias, el covid 19 ocupa actualmente el centro de atención pero patologías como el cáncer de mama siguen estando presentes. ¿Cuál es la situación de esta afección bajo las actuales circunstancias?
-Ha pasado poco tiempo desde que la pandemia ha cambiado nuestra manera de vivir, así que todavía no se pueden presentar conclusiones definitivas. Me parece que con esta pandemia ha habido mucho abuso mediático. Por ejemplo, en las redes sociales, lamentablemente, circulan con más frecuencia las informaciones falsas que las verdaderas, lo cual provoca un efecto negativo en la población. Por eso, lo primero que se debe aclarar es que, en este momento, no sabemos a ciencia cierta que impactó ha provocado la pandemia en cualquier enfermedad, o en cáncer de mama, específicamente. Lo que sí sabemos es que las consultas de psicología o psiquiatría aumentaron mucho porque se incrementaron los niveles de ansiedad, depresión y otros síndromes emocionales en la población. Esto, posteriormente, tendrá consecuencias en otras enfermedades, tanto sicológicas como somáticas. En este sentido, el cáncer de mama está muy relacionado con el estado emocional de las personas. No es que vamos a culpar a la ansiedad o a la depresión de causar cáncer de mama pero, definitivamente, las mujeres que contraen esta patología han pasado por grandes episodios de ansiedad, estrés o depresión en su vida. De manera que, dentro de dos o tres años, es probable que se registre un incremento de casos de cáncer de mama, no esporádicos, ni dentro de los patrones de riesgo frecuentes, sino como resultado de trastornos emocionales por la pandemia.
¿Siguen acudiendo tardíamente las mujeres al chequeo médico?
-Lamentablemente seguimos teniendo casos en etapas avanzadas, cuando las posibilidades de superarlo son muy bajas. Sin embargo, podemos ser optimistas porque también ha ido aumentando la cantidad de quienes acuden a tiempo. El diagnóstico en etapas muy avanzadas, sigue estando relacionado conque las personas acuden tardíamente a realizarse cheque médico.
¿Cuáles son los motivos para este descuido?
-Las causas son complejas. Por ejemplo, una de las más frecuentes es que la gente no quiere acudir a la consulta porque siente temor a que le digan que tiene algo malo. Y resulta que es lo contrario, debe tener miedo es al no saber si está bien, porque el secreto para vencer el cáncer de mama es el diagnóstico precoz. Ante cualquier mínima alteración hay que acudir a un chequeo médico. Es más, toda mujer aunque no presente ningún síntoma irregular, debe acudir a un chequeo rutinario anual con un mastólogo.
Hay muchos mitos en torno al cáncer de mama, y es lamentable que circulen por internet falsas informaciones como un supuesto documental según el cual la mamografía produce más daños que beneficios a las mujeres, ¿Cuál es su aclaratoria al respecto?
-Sí, es lamentable, como señalé al principio, que por internet y redes sociales se divulguen estas cosas que causan confusión y miedo. En cuanto a la mamografía aún persiste el mito de que su radiación produce daño y eso es completamente falso, porque el nivel de radiación al que se expone la mujer es muy bajo y, por tanto, no existe ningún riesgo de toxicidad. El efecto sería acumulativo, es decir habría que hacerse muchísimas mamografías, una vida entera no alcanzaría, para que provocara un efecto adverso. Así que, hacerse una mamografía anual o cada seis meses, incluso cada tres meses no implica un factor de riesgo. La mamografía es la mejor herramienta para un diagnóstico precoz, por eso entre los muchos mitos, este es el más peligroso y hay que erradicarlo. Por otra parte, la ciencia médica ha avanzado mucho y actualmente tanto los exámenes como los tratamientos son menos invasivos y dolorosos.
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