La única enfermedad totalmente erradicada

Vacunación contra la viruela en Inglaterra, 1920.

Hace más de cuatro décadas, la viruela humana se convirtió en la única enfermedad que se ha logrado erradicar y, por tanto, es el mayor triunfo de la salud publica mundial ya que también fue la primera pandemia de la historia.

Fue una de las enfermedades más temidas del mundo y se calcula que, solo en el siglo XX, provocó unos 500 millones de muertes. Era la viruela, una infección altamente contagiosa causada por un virus que se transmitía principalmente por la inhalación de las gotas que exhalaba por la nariz o boca una persona contagiada.

Sus síntomas incluían fiebre y fatiga y, después, la enfermedad producía una característica erupción en la piel con pústulas que formaban cicatrices y dejaban, a los que lograban sobrevivir, con terribles desfiguraciones. Otros quedaban ciegos debido a las lesiones que la infección dejaba en las córneas.

La viruela era mortal en hasta en el 30% de los casos. Pero después de al menos 3.000 años en los que esta infección estuvo presente en el mundo, la viruela fue oficialmente declarada erradicada por la Organización Mundial de la Salud en 1980. Se convirtió así en la única enfermedad en humanos que se ha logrado erradicar y, para los expertos, se trata de uno de los mayores triunfos de la salud pública global, junto a muchos otros éxitos como la provisión de agua limpia y los antibióticos.

¿Cómo se logró esta erradicación? Y ¿por qué este hito de la salud pública global no ha logrado repetirse?

“Hay que aclarar primero que en el control de las enfermedades hay cuatro niveles”, explica José Esparza, profesor del Instituto de Virología Humana de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, EE.UU. “El primer nivel es el control: cuando la enfermedad continúa en la población pero las medidas que se implementan la mantienen en un nivel bajo que hace que sea controlable. Después está la eliminación: cuando la enfermedad desaparece de una parte del mundo, pero continúa en otra región. Posteriormente viene la erradicación: cuando la enfermedad ha sido borrada del mapa en todo el mundo. Y hay un nivel más alto que se llama extinción, cuando el agente, o virus, ya no existe ni en la naturaleza ni en el laboratorio”.

El último caso reportado de viruela ocurrió en Somalia en 1977. Desde entonces, aparte de un caso en Reino Unido en 1978 por un contagio en un laboratorio, no se han detectado nuevas infecciones.

Pero el camino hacia la erradicación de la viruela comenzó 200 años antes, con el famoso descubrimiento del científico británico Edward Jenner que condujo al desarrollo de la vacuna contra la viruela en 1796. Esta, se puede decir, fue la primera vacuna humana. La vacunación contra la viruela se hizo rutinaria en muchos países durante el siglo XIX y para mediados del siglo XX ya se llevaba a cabo en todos los países del mundo. Para los años 50 todos los países ricos del mundo habían logrado eliminar la enfermedad. Así que cuando la OMS fue creada, después de la Segunda Guerra Mundial, se propuso la erradicación de la viruela como uno de sus grandes objetivos.

La meta de erradicación finalmente fue alcanzada en 1978 y para entonces el mundo vio como la viruela desaparecía rápidamente como consecuencia del uso global y efectivo de las vacunas.

La campaña de erradicación de la viruela dejó varias lecciones. Algo que demostró es que no se requiere solamente de las iniciativas científicas para combatir una enfermedad. También son necesarios enormes esfuerzos políticos, económicos y sociales para que las campañas de salud sean exitosas. Pero los expertos coinciden en que quizás la mayor lección es la importancia de la cooperación internacional.

Si el mundo trabaja junto se puede hacer mucho para combatir las infecciones, ya sea para un programa de erradicación o un programa para combatir una pandemia, es la gran conclusión.

Fuente: BBC Mundo

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